El
nacimiento de cada bebé tiene un impacto duradero en la salud
mental y física de la madre, del bebé y la familia.
La
calidad de la atención emocional recibida durante el trabajo de
parto, el nacimiento del bebé y el postparto inmediato son un
factor determinante para fortalecer o debilitar los lazos emocionales
entre la madre y el niño. Es más, cuando las mujeres
reciben apoyo emocional continúo y medidas de alivio
y confort durante el parto, los resultados obstétricos pueden
ser más positivos.
Las
mujeres tienen necesidades muy complejas durante el parto.
Además de la seguridad que la atención obstétrica moderna
les ofrece y el amor y presencia constante de su pareja,
si la hay,las mujeres necesitan que se les restablezca la confianza,
se les brinde comodidad, alivio, respeto y que se les esté
animando y alentando constantemente. Necesitan atención individualizada
basada en sus necesidades y preferencias.
El papel de la doula abarca todos los aspectos
del cuidado no-clínico
durante el trabajo de parto y el postparto.
La doula acompaña la madre durante el proceso de dilatación tanto en casa como en el hospital así como todo el trabajo de parto sin interferir en el trabajo sanitario que llevan a cabo ginecólogos y matronas.
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