La comadrona y el médico pueden proveer todo el cuidado necesario para una
mujer y su bebé durante todo el embarazo, nacimiento y tras él. Tienen todos
los conocimientos y el equipo necesario para asesorar de cualquier desviación
de la normalidad y actuar en consecuencia. El cometido de la matrona es dar soporte
físico y emocional durante la experiencia del nacimiento usando sus
conocimientos y habilidades en educación, consejo y promoción de la salud.
La doula provee de cuidados emocionales y
asistencia práctica a la mujer y a su familia antes, durante y tras el parto.
Puede ofrecer escucha, consejo y soporte, pero no está cualificada para desarrollar
ninguna tarea clínica. Es la persona elegida por la mujer y/o la pareja para
protegerles en su experiencia del nacimiento y asistirles en su transición
hacia la maternidad y paternidad. Su trabajo proviene de la tarea que
tradicionalmente realizaban otras mujeres de la familia o del vecindario (como
se hace en muchas culturas todavía). La doula también es la persona que protege
a la mujer para que se respeten sus deseos, facilitando la comunicación entre
ella y las comadronas y médicos.
Uno de los aspectos que diferencia el papel de la
doula es su cuidado continuo. Cuando el trabajo de parto empieza, ella está
junto a la mujer hasta el final. Todas las necesidades se han establecido y se
ha acordado de antemano de qué manera la doula puede ayudar a la mujer en el
parto y tras él, con el nuevo bebé. No hay cambios de turnos ni otras
obligaciones. No es así en el caso de la comadrona, que muchas veces no dispone
de tiempo para escuchar, educar y guiar a la mujer en su entrada a la
maternidad.
En cambio, la doula puede dedicar varias horas al día ayudándola en
la lactancia, preparando comida o atendiendo a los hermanos mayores. La doula
puede negociar con la madre cierta flexibilidad para que le permita cumplir con
las necesidades de su propia familia, algo que algunas comadronas también
querrían.
Según la portavoz de la Academia Americana de
Obstetricia y Ginecología, la doula provee de apoyo a las personas en la sala
de partos "siempre que conozcan cual es su papel en el proceso de
nacimiento... y que su función más importante es dar soporte psicológico a la
madre".
Pero en realidad, ¿qué cambia con una doula?
Según el libro “Mimando a la madre, cómo una doula puede ayudarte a tener un
nacimiento más corto, fácil y sano” de Kennel, Klaus y Kennel (Mothering the
Mother, How a Doula Can Help You Have a Shorter, Easier and Healthier Birth
(1993)) una doula puede proporcionar las siguientes diferencias:
- 50% reducción en cesáreas
- 25% parto más corto
- 60% menos peticiones de epidural
- 40% menos uso de oxitocina
sintética
- 30% menos uso de analgésicos
- 40% menos uso de fórceps
- Mejora el vínculo padres-bebé
- Menos problemas con la lactancia
- Menor incidencia de depresión
posparto
Extracto de publicación de fuente desconocida.
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